▼ Versión en español

This past winter while I was traveling in Chile I had a bad landing in a waterfall and I fractured a vertebra, which ended my season much earlier than expected.

That made me think of all the injuries I have had during the years practicing extreme kayaking and how they are all related. Injuries always start with small discomforts that we don’t care about because we want to make the most of it and paddle as many days as possible so we don’t have regrets when we go back home. But in a unexpected moment, a bad gesture or a bad landing turns into a shoulder dislocation, an intercostal sprain, or a vertebra fracture.

After so many years kayaking I have come to understand how important it is, for any modality you practice, especially creeking, to have a good physical and mental state.

On one side, it is vitally important to stay physically fit. Each one of us has to find the routine that is easiest to stick to and above all, be consistent. When you want to play hard and reach the limits, you have to be well prepared so that the consequences are as minimal as possible.

On the other side, there are always days that you feel better in the water and there are days that not so much – the mental state is also very important. We must be consistent with it too, and know when to decide to run a rapid or not, without feeling pressured by friends or sponsors. There will come another day when you can go back and run the rapid without risking so much.

This second side, the mental one, keeps improving little by little while you accumulate experience in the river. Putting maturity ahead of any challenge will bring out the best in you in the water.


Versión española:

La importancia de saber escuchar tu cuerpo y mente

Este pasado invierno mientras estaba de viaje en Chile tuve un mal aterrizaje en una cascada y me fracturé una vértebra, lo cual hizo que mi temporada terminará mucho antes de lo esperado…

Eso me hizo pensar en todas las lesiones que he ido teniendo durante los años practicando kayak extremo y todas están relacionadas. Las lesiones siempre empiezan con pequeñas molestias a las que no les damos importancia porque queremos aprovechar al máximo y remar todo los días que sea posible para no arrepentirse al volver a casa. Pero cuando menos te lo esperas, un mal gesto o un mal aterrizaje se convierten en una luxación de hombro, un esguince intercostal o una fractura de vértebra.

Después de tantos años practicando kayak he ido entendiendo lo importante que es, para cualquiera de las modalidades que practiques – sobre todo para los que practicamos el Creek-, tener un buen estado físico y mental.

Por un lado, es de vital importancia mantenerse en forma física. Cada uno tiene que buscar la rutina que le sea más fácil realizar y sobretodo ser constante. Cuando uno quiere jugar fuerte y llegar a los límites tiene que estar bien preparado para que las consecuencias sean las mínimas posibles.  

Por otro lado, también es muy importante el estado mental, siempre hay días que te sientes mejor en el agua y hay días que no tanto…debemos ser consecuentes con ello y saber decidir si correr un rápido, cascada o no hacerlo, sin sentirse presionado por los compañeros o sponsors. Esos rápidos no se van a mover de ese sitio y otro día podrás volver y correrlos sin arriesgarte tanto.

Esta segunda parte, la mental, va mejorando poco a poco mientras acomulas experiencia en el río.

Poner por delante la madurez por delante de cualquier reto hará que saques lo mejor de ti en el agua.